Llegados a esta situación insostenible, donde el equilibrio entre potencias no es que sea inestable, es que se les cayó el trapecista, la única red es el Estado, lo cual es improrrogable. El día 2 de abril, en Londres se reabre el juego. Las apuestas son altas. La banca se rompió porque alguno de los que querían sabotear el mundo hundió el casino, tal vez en Irak. En todo caso le volaron las Torres. El comienzo fue el conservadurismo liberal de Thatcher y Reagan; el final fue el neoconservadurismo de Bush. Pretendieron crear el imperio anglo americano donde el mercader fuera el rey. El amo del mundo había de ser uno. La ruleta de los brokers, se paró: los capitales se pusieron en huelga. No va más. Mañana en Londres se reabre la partida . En esta situación la pregunta primera no es cuándo salimos a trabajar, sino cuántos y sobre todo quiénes.
Estados Unidos ha llegado a Europa, que está, ¿pero unida?. China quiere juego e India y Japón. Hay que admitir en la partida a Brasil, hermano de las Américas hermanas, representante del mundo emergente. No debiera faltar el Mediterráneo del Sur y Sureste. Abran juego, señores. Y señoras, que en esta reunión del G-20 sobre los planes de recuperación económica, regulación financiera y el comercio internacional están también las señoras de los señores.
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