Y
pienso yo que la igualdad por especie, sexo y creencia distintos, inspiraría un
programa de fraternidad,
que incorporara un artículo sobre fronteras abiertas, razas compartidas religiones comprendidas, igualdad de género humano
y
esperaba un tercer artículo en esa nueva constitución humanista: la tierra
será un paraíso, por el sol, el agua y el aire
Comencé
a interesarme por ello emprendiendo con
alma, compartiendo, la apertura de municipalistas vías hacia la globalidad
compartida para entre nosotros disfrutarla. Hoy, martes, desde el mismo lugar que
abrí esta blog, frente al mar Mediterráneo, me veo impelido a preocupaciones, que
para nada son piedrecitas para el camino
que creía el más interesante: el de la vida digna de la especie, hermanada con
la naturaleza que le acoge.