martes, 24 de junio de 2014

izquierdas o derechas


De izquierdas o derechas no es la distinción,  sino globales por el capital o mundialistas por  la ciudadanía. Han cambiado, con  los tiempos,  los modos de definir quién es cada cual.

Del “Ha vuelto el socialismo” del anterior congreso en Sevilla - "Orgullo y responsabilidad, es lo que siento"- febrero de 2012: El PSOE ha vuelto, y vuelve para quedarse. Lo mismo se repite en la conferencia de Granada de noviembre del 2013. 




Del “ha vuelto” al “que no pretendan regresar, que nosotros llegamos para quedarnos” , que repiten  los equipos de los candidatos (no hay candidatas) Hay un trecho.  


Lamento que no se hable de la necesidad de volar para, por la justicia, remontar este muro que el capital construye en torno de cada cual. Pretende el dinero hacer crecer  enemistades para  de ese modo  proteger  su  emporio
Recuerdo  un adagio asiático que dice que el mejor gobernante es quien consigue que los otros digan, no que  les escuchó el gobierno, sino que  ellos hicieron cuanto el gobierno se atribuye para sí.  
Existe desde hace más de 100 años una proclama europea que manda a los trabajadores abordar sus problemas desde una perspectiva mundial. 

Frente a esta  proclama socialista, 
he oído decir que en España cada cual podría hacerse rico en un tiempo récord; que lo que importa del gato es que cace ratones, más que su color; y lo más grave: que España va bien,  mientras se enfrascaba en una guerra para abaratar el precio del  petróleo invadido. 
He leído que hay actualmente más desplazados que en la segunda guerra mundial: “El número de refugiados y desplazados en el mundo alcanzó los 51,2 millones el año pasado, superando por primera vez la cifra de víctimas forzadas al éxodo durante la Segunda Guerra Mundial”, anunció hoy el organismo de la ONU. 

Y mientras esto sucede, un partido nacido para la igualdad por la educación, sigue debatiéndose entre el pacto o la ruptura con quienes sólo son acumuladores de poder por la economía

De izquierdas o derechas no es  la distinción,  sino globales por el capital o mundialistas por  la ciudadanía. Han cambiado, con  los tiempos,  los modos de definir quién es cada cual.

miércoles, 18 de junio de 2014

El cambio, siempre el cambio: o morir de éxito

Estoy por el cambio

Por él, al menos hasta el 96, acompañamos a Felipe González1 desde el 82. Lo habíamos preparado desde el 75 e incluso desde antes, “por la libertad, la amnistía y el estatuto de autonomía”. Gratos recuerdos de adolescencia juvenil. En aquel tiempo se fraguó el pacto. El cambio fue el pacto: Los de la Moncloa de 1977 y los Constitucionales de 1978. La adhesión a Europa2, 1986.


Ha pasado tiempo para dos generaciones. Ahora de nuevo se reivindica cambiar el modelo y los modales socioeconómicos trastocados mundialmente a causa de la llamada “globalización”; cambiar Europa, porque se le han detectado trazas de anti europeísmo; en España abdica el Rey Borbón don Juan Carlos I, tras décadas de monarquía constitucional, con sus pompas y vanidades, incluidas debilidades de la carne, amores selváticos y defensas estentóreas de la patria. También se reivindica el cambio constitucional: un cambio reconstituyente: “La forma política del Estado español”  y  “La organización territorial del Estado”. Ya que estamos, hacemos una nueva Constitución. Hay aves  que en su vuelo entran por la izquierda, otros por la derecha, anunciándonos tiempos de turbulencias políticas. 






No será cambio: será ruptura. Hay que reconstruir La Casa y también el “solar” donde se asienta. 



miércoles, 11 de junio de 2014

El Rey de España se va con el aplauso de Las Cortes

Con el aplauso de 299 Señorías
Eran, según derecho, 350 con derecho a voto. 299 aplaudieron su abdicación.

¿Acaso abdicó Juan Carlos I en el Pueblo Español? Se le podría haber ocurrido. Al parecer abdicó en su hijo ¡Como si la representación de El Estado fuera suya por herencia! Juan Carlos I la heredó de Franco, quien, a su vez, la usurpó al Gobierno Democrático Republicano tras una fratricida y cruenta Guerra Civil. Si ahora el Rey  y así se lo ha aceptado el Congreso de l@s Diputad@as de España por 299 votos de 350 posibles abdica, pudiera haberle devuelto al Pueblo Español, a quien monárquicamente representó durante 36 largos años, el derecho a elegir la Jefatura del Estado, que el Generalísimo le otorgó personalmente a él, por más que el pacto constitucional del 78 se lo confirmase. 


Hubiera sido un acto nobilísimo de Su Majestad, según alguna vez creo haber sugerido. Hubiera sido un alto honor para tan alto Soberano. No sucedió de este modo e incluso no es políticamente correcto comentarlo, porque, como dicen, las cosas importantes son cosas de LA CASA. 

sábado, 7 de junio de 2014

Los reyes abdican, se coronan y viceversa


Tal para cual, que decía mi padre
 "Merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías"

sutil presentación de coronas 

En la foto de la derecha no aparece la cruz que aparecía en la foto de la izquierda. Los reyes abdican, se coronan y viceversa. "Salud y República: Viva el Rey", que decíamos por aquí los manchegos.

lunes, 2 de junio de 2014

El rey de España abdica

En la inmediatez de la soberana noticia, habéis de permitirme que recuerde, en el adiós, las memorias reales que yo tengo del Rey y de la Reina. 
El rey Juan Carlos I, rey de España, ha decidido hoy abdicar en su hijo Felipe, que será Felipe VI. 

En esta despedida, digo que me consta personalmente que el rey conocía bien Albacete: Por su atención constante al Ala 14, la Base Aérea de los Llanos y a la Maestranza aérea. Me consta que se ocupó de la instalación de Eurocopter en nuestra ciudad y que conocía también nuestra finca emblemática, Los Llanos, la misma donde pernoctó aquella comitiva fenicia camino desde Homs (Siria) a Córdoba (España), que compartió nuestro queso, nos trajo su aceite y para partir el pan usó nuestra navaja. “Albaçit” llamaron los fenicios al lugar: “Centro comercial del Llano”.

El Rey Juan Carlos nos conoció. En una recepción a la que asistí siendo yo alcalde de Albacete, reconociéndome, me dijo amablemente: “Alcalde, qué frío hace en tu Albacete”. Fue palabra de rey. 
Con la Casa Real hablé de la restauración del Teatro Circo, su majestad doña Sofía aceptó la invitación de presidir su reinauguración, y lo hizo al inicio de La Feria de 2002. Como despedida doña Sofía me dijo: “Alcalde, qué amable es tu pueblo”. Este piropo de una reina a una ciudad que debe a Felipe V, primer Borbón rey de España, su independiente villazgo, fue el resumen de toda la idiosincrasia de esta ciudad del llano: su amabilidad como pueblo. 
Y pienso que así es: en Albacete hace mucho frío y Albacete es un pueblo muy amable. Es palabra de rey y es palabra de reina.