Los Presupuestos Generales del Estado de 2010 son “nuevos”, porque España, que forma parte del mundo con el anglosajón, sufre su quebranto. Cuando las encuestas, esta vez acertadamente, daban por ganador a Obama frente a Bush, los banqueros de los Estados Unidos de América hicieron caja y cerraron sus créditos. Denostaba el neoconservadurismo la democracia política: Conjuntamente habrían de decidir los países emergentes de América Latina, referenciados por Brasil y Chile; los países del Este, también de nuevo emergentes: India, China y Japón; los países del Al Ándalus afro mediterráneos, no sólo Israel, también Palestina, Turquía y Egipto. Ante este mundo nuevo, intuyendo que la mediterránea Europa se reiniciaría con Obama, los banqueros neoconservadores condonaron sus préstamos; los satélites agentes bancarios se encontraron cancelado el crédito; los agentes económicos fueron por necesidad compelidos a parar los tajos del trabajo. Entramos en recesión. No por los mundos olvidados afro mediterráneos, que siguieron pobres de pan y salud; ni por los asiáticos, que crecen porque han decidido reconquistar otro mundo que el suyo. El “crac” no lo sufrieron los emergentes latinoamericanos, que incluso han encontrado en Río una bellísima escusa olímpica para brillar a su son. Lo padecen los Estados Unidos de América y sus socios anglosajones y europeos. España, que en las Azores con Aznar había juramentado que tras la guerra de Irak formaría parte del club de los poderosos, dependiente como pocos países de los créditos de Manhattan, ha caído con ellos. Para levantar el País, el Gobierno actual busca el pacto: permanecieron a la mesa los trabajadores, los más dolientes de la voracidad del avaro neoconservador; se levantaron de la mesa negociadora la CEOE, aún cegada por la abundantísima ganancia y aún esperanzada con no perderla. El sufragio la patronal prefiere invertirlo contra el pretendido nuevo sistema multilateral, que acogió como hoja de ruta los objetivos del milenio. Cuando comenzamos, sumidos en la recesión económica, fruto del paro bancario y patronal, a estudiar los presupuestos generales del Estado 2010, el PP, partido opositor de máxima importancia, pues goza de una herencia millonaria de apoyos electorales, se lanza a la descalificación extrema del Gobierno, hasta el punto de exigirle responsabilidad del acoso corsario a pescadores. Zapatero, Presidente del Gobierno de España, es el responsable incluso de la piratería del mar: Rajoy dixit. Los presupuestos generales se elaboran y negocian en un contexto de máxima crisis, con el objetivo de garantizar la máxima posible protección social de los más dolidos por la recesión. Podemos. Ellos están inhabilitados para el gobierno: por insolidarios.
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