De España, habló sólo Zapatero. Mariano Rajoy Brey, PP, se guardó para sí un cuaderno de anillas con pastas azul claro y consideró inútil darnos los apuntes, “¿Para qué, si ustedes no saben leer?”. Rajoy leyó que Zapatero “nada, de nada, de nada” y recibió aplausos; animado, remató: su actitud ante la crisis obedece a un deliberado y mezquino cálculo electoral. Puesto en pie, saludo desde los tercios. Duran i Lleida, C-CiU, comenzó anunciando que su discurso tendría el tono de una moción de censura. Prosiguió felicitándose de haber participado, “como bien conoce el Presidente”, en los importantes logros diplomáticos conseguidos: acuerdos con Francia contra el terrorismo de ETA; asistencia, con el G-20, a las reuniones de Washington y Londres; decisión de constituir en Barcelona el Secretariado de la Unión por el Mediterráneo. Duran y Lleida vino a hablar de su disposición a ser Ministro de la Diplomacia española. Josu Iñaki Erkoreka Gervasio, V (EAJ_PNV) representó en todas las ondas que su enfado es airadísimo. Lo expresó con el “quo vadis” y con quién. Debe ser la pregunta que se hace el Euzkadi Buru Batzar. Al Presidente del Gobierno Vasco, Patxi López, Erkoreka no le llama lehendakari. Joan Ridao i Martín, ER, amenazó: Catalunya soy yo. No CiU. Gaspar Llamazares Trigo, IU, muestra en cada palabra su soledad, ya no está Rosa Aguilar, que se ha ido a fomentar el desarrollo de Andalucía y Llamazares no es de Cayo Lara. Joan Herrera Torres, ICV-EUiA, insiste en su negativa a la energía nuclear. Francisco Jorquera Caselas, BNG, reivindica el “gallego” y su promoción. Ana María Oramas González Moro, CC-PNC, expone la dificultad de Canarias para atender a los menores inmigrantes. Rosa Díez González, UPyD, reivindica vehemente la unidad de la Nación Española: una obviedad o una inconstitucionalidad, si es que está contra la España de las Autonomías. Rosa fue seis años, 1991-1997, consejera en el Gobierno Vasco. Carlos Casimiro Salvador Armendáriz, UPN, se ofrece al Gobierno: él es la imagen del PP vasco. Uxue Barkos Berruezo, N-Bai, apostrofa al Presidente, le “riñe”, con tanta confianza como vehemencia representada, por favorecer el bipartidismo en España. José Antonio Alonso Suárez, PSOE, mostró que había tomado apuntes del discurso del Presidente, quien habló de España, convencido de que “no saldremos de la crisis sin cambio”. Zapatero adopta en su discurso el estilo de plática. Repite y repasa y habla largamente explicando su convencimiento personal, Maestro Z (en). Tiende la mano, porque España se hace con diálogo: social, interadministrativo y parlamentario. Sólo José Luis Rodríguez Zapatero, PSOE, habló de España.
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