Un caso bochornoso de indultos inducidos acaeció bruscamente, alterando las pretendidas relaciones de nuevo amistosas entre los reinos de Marruecos y España.
Ha sido tal la torpeza de la diplomacia, que un pederasta está fuera de jurisdicción y lleno de inhumanidad. Su cárcel es Marruecos. Y con él habían de ser degradados los muñidores de esta tropelía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
si comentas, dialogas conmigo