El Congreso de los Diputados, ha celebrado institucionalmente la caída del Muro de Berlín: Hemos aprobado por aclamación la declaración, que el Presidente del Congreso de los Diputados, su señoría don José Bono Martínez, entonó: - Si es verdad que tras el Muro no había libertad, cierto es también que no significaba la separación mural ni igualdad ni justicia. Caerán también las otras vallas. Los muros que se erigen en estos cercanos tiempos lo son contra el derecho de ciudadanía. Al muro defensivo de Constantinopla (año 412) consiguió hacerlo inoperante las pólvora de los otomanos (1453); ningún éxito defensivo tuvo, la aviación impidió el éxito, la frontera germano danesa de 1864. Los muros modernos han sido, empero, construidos para impedir la movilidad e intercomunicación de personas: Es la ciudadanía, pues, la que hemos de hacerlos caer. El Muro de Berlín cayó el 9 de noviembre de 1969. Caerán también las otras vallas, que aún se erigen como espinos de injusticia en otros lugares del mundo: el Muro fronterizo (1980) entre Estados Unidos y México, que explica por qué Tijuana es una ciudad con altísima criminalidad; el Muro de Sahara Occidental (1983) contra la ciudadanía saharahui, otrora, y tal vez aún en considerable número, española; las Vallas de Ceuta y Melilla, mejoradas en el año 2006, que hacen más visible la desigualdad injusta de las gentes españolas, marroquíes y subsaharianas; el Muro de seguridad de Quebec (2001); la Barrera israelí de Cisjordania (2002), llevada a cabo en territorio cisjordano para impedir moverse con libertad en Israel e incluso en sus propios territorios. La expansión en planes nacionales, municipales y ciudadanos de la Alianza de Civilizaciones debiera acrecentar la ciudadanía, la cual hará caer las injustas “Vallas de la vergüenza”.
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