Nadie va a la cárcel por vestir tres tristes trajes. Al PP valenciano no le regalaron trajes, ellos pusieron la sastrería. José Tomás, el sastre que les tomaba la medida, constaba en nómina como “trabajador a despedir”.
La señora d’Camps se siente como la bien pagá. - No se preocupe señora, que todo es de su señor; tanta ausencia ha de pagarse con cara moneda. La niña, empero, está encantada. -Te quiero hasta el culo, tú. -Y yo, amigo hasta siempre. Son proactivamente invitados todos a bodas, bautizos y comuniones, incluso cumpleaños, capeas y toros. El pensamiento vacío de los protagonistas de estos correosos casos sólo tiene por defensa el vacío general de pensamiento. La boda de Aznar, a la que asistieron todos, fue el epifenómeno de una sociedad en su alma vacía.
A más y más, piensa “el bigotes” -bien vale un bolso la callada de una alcaldesa: ¡un bolso para la alcaldesa sin igual Rita Barberá!. - ¿Un bolso? Ciega debiera estar.
Mientras tanto los sindicatos están preocupados por el trabajo y la representación empresarial piensa que aún hay que sacarle más a la crisis
Lo saben, pero eso de hacerse las víctimas les da rendimientos electorales.
ResponderEliminar