sábado, 8 de enero de 2011

España tiene un precio


La diplomacia de China se expande con talante bancario. Li Keqiang, viceprimer ministro chino, gira visita a Reino Unido, Alemania, comenzando por España. Li Keqiang, tirando de talonario, abre con España una importante operación financiera. Esta noticia no será de oculta diplomacia. El Gobierno chino ha regenerado su imagen diplomática sobre el modelo de consejo de administración de un gran banco central mundial. Su diplomacia muestra el rostro de agencia financiera. China compra deuda española. El precio de España al parecer, como lo es el de Grecia, Irlanda, Portugal o cualquier otro Estado embarcado en el mar proceloso de la crisis, financiera en un comienzo, devenida en global, es el que marcan sobre su deuda los mercados. China, gran mercado del mundo, ha concurrido al zoco y compra deuda española, dispuesta a comprarla toda. El precio de España puede ser el silencio sobre la falta de libertades en el mundo, por supuesto en China; tal vez sea franquear el paso a la América Latina al nuevo gran imperio chino; puede ser el precio, evitar la fortaleza del más que futurible, pero en todo caso deseable, Estado Federal Europeo, federado también económicamente. China se nos muestra garante de nuestra supervivencia económica y esa garantía tiene sin duda un precio. Cuando en 1992 Bill Clinton le espetó a su contrincante republicano, es la economía idiota, idea, que, además de Presidente de los Estados Unidos de América contra todo pronóstico, le catapultó como famoso estratega de la política, estaba advirtiendo que en las lides entre Estados siempre gana la banca.

1 comentario:

  1. Don Manuel, mi nombre es Nuria Quiles, me he presentado un par de posts más abajo, cuando hablaba del Nóbel de la Paz.

    Siempre me he preguntado porqué sabemos tan poco de la falta de libertades en China. Me respondía con un sencillo "cuestiones de mercado".

    Permitame la broma, pero mi Conseller Font de Mora (Educación Comunidad Valenciana), era un visionario cuando propuso el chino mandarin como segundo idioma (obviamente es ironía).

    Su reflexión me ha parecido orientadora, así que por aquí me quedaré, si usted me lo permite, a seguir aprendiendo.

    ResponderEliminar

si comentas, dialogas conmigo