Fotografía tomada el pasado día 25 del barco "Mavi Marmara" zarpando del puerto de Estambul como parte de la llamada "Flotilla de la Libertad". Foto: EFE
Bloquear la ayuda humanitaria a quienes la necesitan, en cualquier parte del mundo, es una inhumana acción. Me temo que no cae maná, ni café en el campo. Nos llueve un infinito número de acciones inhumanas. Sólo seis segundos pasan y un niño más muere por motivos de la hambruna, que afecta a 1 de cada cinco personas del mundo (1.200 millones personas hambrientas) o de la sed, que podría paliase en el mundo entero con la mitad de euros que Europa ha colocado de barricada contra los mercados ávidos del euro y que atenaza a medio mundo (3.200 millones de personas sedientas de agua potable). Las voces españolas, enroladas en la flotilla de la libertad, pregonan que ha de investigarse el asalto israelí, con efectos de muerte para pacíficos activistas. Tapial, Laura y Segarra acusan en español, como se acusa en las voces de más de 40 países, impedidos de socorrer a la palestina de Gaza, pueblo encarcelado en su propia tierra. Injustos 62 años de acoso y bloqueo de Israel a Palestina; la constitución de dos Estados y Jerusalén Este capital del Estado Palestino, es una propuesta aceptable. Las ciudades debieran reunirse, más allá de los Estados, cuya razón de ser es el monopolio del poder, usado incluso, a veces, contra sus propios súbditos. Reforma de las Naciones Unidas; hablen las Ciudades Unidas, sobre el imperativo de respetar a cada persona, como fin de toda acción humana; es falacia del poder hacer creer que la fuerza, la astucia, la propiedad son los caminos de la humanidad. Han sido, son y serán la inteligencia, la fraternidad, la ayuda mutua las actitudes morales, que minoran la inmensa entropía, la inadmisible desigualdad y pobreza, que el sistema de poderes produce. (Es una reflexión de la Fundación Baile de Civilizaciones)
Bloquear la ayuda humanitaria a quienes la necesitan, en cualquier parte del mundo, es una inhumana acción. Me temo que no cae maná, ni café en el campo. Nos llueve un infinito número de acciones inhumanas. Sólo seis segundos pasan y un niño más muere por motivos de la hambruna, que afecta a 1 de cada cinco personas del mundo (1.200 millones personas hambrientas) o de la sed, que podría paliase en el mundo entero con la mitad de euros que Europa ha colocado de barricada contra los mercados ávidos del euro y que atenaza a medio mundo (3.200 millones de personas sedientas de agua potable). Las voces españolas, enroladas en la flotilla de la libertad, pregonan que ha de investigarse el asalto israelí, con efectos de muerte para pacíficos activistas. Tapial, Laura y Segarra acusan en español, como se acusa en las voces de más de 40 países, impedidos de socorrer a la palestina de Gaza, pueblo encarcelado en su propia tierra. Injustos 62 años de acoso y bloqueo de Israel a Palestina; la constitución de dos Estados y Jerusalén Este capital del Estado Palestino, es una propuesta aceptable. Las ciudades debieran reunirse, más allá de los Estados, cuya razón de ser es el monopolio del poder, usado incluso, a veces, contra sus propios súbditos. Reforma de las Naciones Unidas; hablen las Ciudades Unidas, sobre el imperativo de respetar a cada persona, como fin de toda acción humana; es falacia del poder hacer creer que la fuerza, la astucia, la propiedad son los caminos de la humanidad. Han sido, son y serán la inteligencia, la fraternidad, la ayuda mutua las actitudes morales, que minoran la inmensa entropía, la inadmisible desigualdad y pobreza, que el sistema de poderes produce. (Es una reflexión de la Fundación Baile de Civilizaciones)
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