No son buenos tiempos para la ética
Pregunté a un banquero y me dijo, dinero; pregunté a un
empresario y me dijo, comercio; pregunté a un político y me dijo globalización. La respuesta fue globalizar el
comercio del dinero. Convertido el mundo en un casino, para conquistar el
bienestar general hay que romper la
banca. La mejor estrategia no proviene de la economía, sino de la política. Se
estima que hay 1.29 miles de millones de
personas (22 por ciento del total de la humanidad), que viven con no más de 1 € al día y, en España, la tasa de pobreza se sitúa en un 21,8%. Y aún así
exhiben como el elixir de la felicidad la austeridad. “¡A trabajar!” les gritó, cubierto por el
escaño, un prohombre patrio. “¡Que se jodan!” vociferó la compañera de
escaño, no menos señoría. Olvidados quedan los años de la Europa socialdemócrata y
democristiana, que programó dignidad para la ciudadanía. No son buenos tiempos para
la ética.
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