El AVE de Bono |
Dice Paco Cascos, Ministro donde los haya expeditivo, visitante ilustre de Albacete por tren, principalmente, pero también por Circunvalación y por Aeropuerto, que se va DEL PP para hacer las paces con su propia dignidad personal. ¿Significa ello para emprender la guerra contra Mariano Rajoy, quien no le dio amparo, pese, dice, haber sido tildado de galáctico, sexagenario o terrorista callejero? Francisco Alvarez Cascos (Madrid, 1947), asturiano (1979 y ss.), militante exiliado a Madrid, distrito de Chamberí, tras treinta y cuatro años ininterrumpidos de militancia, según declara, ahora, por propia dignidad, deja el PP. Cuando bajábamos, desde el despacho al Salón de Plenos, en Albacete, Alvarez Cascos, Ministro, me comentó: esto, Alcalde, lo hacemos como se debe; después, como debe ser, disputaremos los votos. Se trataba del AVE. Cascos, a la hora de los próximos votos, da el portazo al Partido Popular. Hay portazos que enamoran: Ver el gesto airado, húmedo de rabia, y oír, zas, un portazo, puede despertar nostalgias de sorpresas venideras. Un portazo, zas, simplemente puede despertarte por la proximidad del consuelo. También he comprobado que, incluso siendo muy bebé, el ruido de la puerta la hace despertar y sugerir: “¿mamá?” Un portazo puede ser también un descanso. Estando tumbado, oyes la puerta, zas, que se cierra y te dices: uf, al fin, se fue. No creo que el portazo de Cascos sea para Rajoy signo de nuevas complicidades, ni creo que lo motive a la bienvenida. Más bien, Rajoy, al leer la misiva y escuchar el portazo que Cascos le da, diga: al fin se va, y siga tumbado. Un modo de resolver los asuntos es dejar que se marchen los problemas. Con o sin ruido, lo importante es que te dejen. ¿Así es Rajoy? Cosas.
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