Cuando nos convenzamos de que la igualdad es un factor de progreso y de bienestar, entonces aplicaremos nuevos métodos contra las crisis, si las hubiera. Este lunes: La población mundial oficialmente es de 7.000 millones de habitantes. 7.000 millones de oportunidades para el bienestar. La propia inercia de los hechos nos lo facilita: La población mundial tiende a concentrarse en las regiones más favorables y ricas, la población se asienta en lugares donde abunda el agua, con climas templados y lluvias suficientes y regulares. Valles y llanuras con suelos fértiles que permiten el desarrollo de la agricultura y áreas con recursos energéticos: minerales, petróleo, etc.
El problema consiste en que los habitantes de estas regiones tengan igualdad de oportunidades para su desarrollo particular y que la sociedad donde se asientan sea solidaria con quienes no lleguen a la media. Cada cierto tiempo convendría evaluar el grado de igualdad social y practicar el “reparto”: Sólo puede suceder que por la práctica de la solidaridad alguien tengan menos, pero, en todo caso, seremos más iguales en ciudadanía. Esta es la política contra la crisis en la que cree la Fundación Baile de Civilizaciones.
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