La moratoria parcial a la construcción en las colonias judías en Cisjordania tocó a su fin sin que Israel anunciase una prórroga. (publico.es)
Gershon Mesika, Presidente del Consejo Regional de Samaria, ha desafiado a Mahmud Abbas, Presidente de la Autoridad Palestina; a Hussein Obama, Presidente de los Estados Unidos de América e incluso al Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, profetizando que la tierra de Israel pertenece al pueblo de Israel, mientras invocaba los sufrimientos históricos del pueblo judío y la Biblia, que les designa pueblo escogido frente a la supuesta fe islámica de Barack Obama. El objeto de conquista de los colonos es la tierra y el agua, con menosprecio a la guerra, que consideran santa; bíblicamente consentida, puesto que la revisten de conquista judía contra el islam. Mahmud Abbas , presidente de la Autoridad Palestina, declaraba ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que Israel debía elegir entre paz y asentamientos. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha respaldado. En Nueva York, con la máxima discreción, seguía negociándose algún tipo de fórmula que permitiera mantener las conversaciones. Pero hemos topado con la liturgia. Tal vez, si el dios al que invocan no fuera el de la guerra; o mejor, si no invocasen a dios alguno, la dignidad de la ciudadanía, la libertad y la igualdad de las gentes de sus respectivos pueblos ocuparía el primer objetivo de conquista a celebrar. Podrían abrir el baile de civilizaciones.
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